Julian Drago
25 de octubre de 2024
Elegir la estructura empresarial adecuada es una decisión importante que puede influir significativamente en el futuro de su empresa. Tanto si se trata de poner en marcha una nueva empresa como de reestructurar una ya existente, es importante comprender las implicaciones de cada estructura empresarial. Este artículo analiza cinco cuestiones clave a tener en cuenta a la hora de tomar esta importante decisión.
Una de las principales razones por las que los empresarios eligen estructuras empresariales específicas es para proteger sus activos personales de las responsabilidades de la empresa. El nivel de protección que necesita depende de la naturaleza de su empresa y de su tolerancia al riesgo.
Esta estructura no ofrece ninguna separación entre los activos personales y los de la empresa, lo que significa que usted es personalmente responsable de todas las deudas y asuntos legales de la empresa.
Las sociedades colectivas no ofrecen protección de responsabilidad, mientras que las sociedades comanditarias pueden ofrecer cierta protección a los socios comanditarios.
Las SRL protegen los activos personales de sus miembros frente a las deudas y responsabilidades de la empresa.
Tanto las sociedades "C" como las "S" ofrecen la mayor protección en materia de responsabilidad, ya que tratan a la empresa como una entidad jurídica independiente.
Considere los riesgos potenciales de su sector. Si se dedica a un sector de alto riesgo, como la construcción o la sanidad, quizá le convenga contar con la sólida protección de una sociedad anónima o una LLC. Para negocios de menor riesgo, una empresa individual puede ser suficiente.
Las distintas estructuras empresariales tienen diferentes implicaciones fiscales que pueden afectar significativamente a su cuenta de resultados.
Estas estructuras ofrecen una tributación "de paso", en la que los ingresos empresariales se declaran en las declaraciones de impuestos personales. Esto puede ser más sencillo, pero puede dar lugar a tipos impositivos personales más elevados.
Las LLC pueden optar por tributar como empresa individual, sociedad colectiva o sociedad anónima, lo que ofrece flexibilidad.
Las sociedades de tipo "S" también están sujetas a una fiscalidad de tipo "pass-through", pero pueden suponer un ahorro fiscal en impuestos de autónomos para los empleados-propietarios.
Las sociedades C están sujetas a "doble imposición": la sociedad paga el impuesto de sociedades sobre los beneficios y los accionistas pagan el IRPF sobre los dividendos. Sin embargo, ofrecen más posibilidades de deducción y pueden ser ventajosas para reinvertir beneficios.
Consulte con un profesional fiscal para entender cómo afectaría cada estructura a su situación específica. Openbiz puede proporcionarle asistencia y ponerle en contacto con profesionales de confianza para guiarle a través de este proceso. Considere las implicaciones fiscales actuales y futuras a medida que su negocio crece, y recuerde que Openbiz está aquí para apoyarle en cada paso del camino.
El nivel de control que desee sobre las decisiones empresariales es otro factor clave a la hora de elegir la estructura de su empresa.
Ofrece un control total sobre todas las decisiones empresariales.
Requiere una toma de decisiones compartida, a menudo basada en el acuerdo de asociación.
Ofrece flexibilidad en la estructura de gestión, que puede ser gestionada por los miembros o por los gestores.
Tiene una estructura más rígida con un consejo de administración y directivos, lo que puede diluir el control individual.
Piense en sus objetivos a largo plazo. Si mantener el control total es importante, una empresa unipersonal o una SRL unipersonal puede ser lo mejor. Si estás abierto a compartir la toma de decisiones o tienes pensado traer inversores, una sociedad colectiva o una sociedad anónima pueden ser más adecuadas.
Su visión del futuro de su empresa debe influir en la elección de la estructura. Algunas estructuras favorecen más el crecimiento y la expansión que otras.
Estas estructuras pueden ser limitantes para las empresas con importantes aspiraciones de crecimiento. Pueden tener dificultades para reunir capital o ampliar sustancialmente sus operaciones.
Ofrece más flexibilidad de crecimiento que las sociedades unipersonales o las sociedades colectivas. Es más fácil añadir miembros o cambiar la estructura de gestión a medida que la empresa crece.
Ofrece más opciones de escalabilidad. Es más fácil reunir capital mediante la venta de acciones y su estructura permite acuerdos de propiedad complejos.
Si quiere que su empresa siga siendo pequeña y local, puede bastarle con una estructura más sencilla, como una empresa unipersonal. Sin embargo, si quiere crecer rápidamente, atraer inversores o salir a bolsa, una estructura corporativa puede ser más adecuada.
Cada estructura empresarial conlleva su propio conjunto de requisitos normativos y cargas administrativas. Su voluntad y capacidad para hacer frente a estas obligaciones deben ser un factor a tener en cuenta a la hora de tomar una decisión.
Requiere un mínimo de papeleo y obligaciones de cumplimiento, por lo que es la más sencilla de crear y mantener.
Implica más papeleo que una empresa unipersonal, incluido el contrato de sociedad y la declaración de impuestos por separado.
Requiere más formalidades que las empresas unipersonales o las sociedades colectivas, incluidos los estatutos, los acuerdos de funcionamiento y el cumplimiento permanente de la normativa estatal.
Implica el papeleo y los requisitos de cumplimiento más exhaustivos. Esto incluye la escritura de constitución, los estatutos, las reuniones periódicas del consejo de administración, el mantenimiento de registros detallados y la presentación de declaraciones fiscales complejas.
Evalúe su capacidad (o su voluntad de contratar profesionales) para ocuparse de estas tareas administrativas. Aunque una sociedad anónima ofrece muchas ventajas, puede que no merezca la pena para una empresa pequeña y sencilla. Por el contrario, si planea una operación compleja, el papeleo adicional de una sociedad puede ser un pequeño precio a pagar por sus ventajas.
Elegir la estructura empresarial adecuada es una decisión que requiere una cuidadosa consideración de muchos factores. Si abordas a fondo estas cinco cuestiones clave -protección de la responsabilidad, implicaciones fiscales, control, escalabilidad y requisitos de cumplimiento- estarás mejor preparado para tomar una decisión informada.
Recuerde que la estructura de su empresa no es inamovible. A medida que su empresa evoluciona, puede descubrir que una estructura diferente se adapta mejor a sus necesidades. La reevaluación periódica de la estructura de su empresa, idealmente con la orientación de profesionales jurídicos y financieros, puede garantizar que la estructura elegida siga cumpliendo sus objetivos empresariales y su realidad operativa.