
Julian Drago
7 de julio de 2025
En el mundo de las finanzas y las inversiones, seguramente has escuchado hablar del “S&P 500”, pero ¿sabes realmente qué significa, cómo funciona y por qué tiene tanta relevancia global?
Si estás comenzando a explorar el universo de las inversiones, este índice es uno de los conceptos más importantes que deberías entender.
El S&P 500 (Standard & Poor’s 500) es un índice bursátil que mide el rendimiento de las 500 empresas más grandes que cotizan en bolsa en Estados Unidos. Fue creado por la firma Standard & Poor’s en 1957 y hoy es uno de los indicadores más confiables y representativos del estado general del mercado estadounidense.
Las empresas incluidas en el S&P 500 son seleccionadas con base en criterios como:
Este índice representa cerca del 80% del valor total del mercado de acciones en EE.UU. lo que significa que ofrece una visión bastante precisa del comportamiento de la economía estadounidense.
Cuando escuchás en las noticias que “el mercado subió” o “el mercado bajó”, muchas veces se refieren al S&P 500 como termómetro general de cómo le va a las empresas más grandes del país.
El S&P 500 incluye empresas de todos los sectores, como tecnología, salud, energía, consumo, finanzas, entre otros. Algunos ejemplos de empresas muy conocidas dentro del índice son:
Gracias a esta variedad, el índice es considerado como una representación diversificada y equilibrada del mercado.
A diferencia de otros índices más simples, el S&P 500 se calcula usando un sistema de capitalización bursátil ponderada. Esto significa que:
Este método ayuda a que el índice refleje el comportamiento real del mercado en función de su tamaño e impacto económico.
Estas son algunas de las razones por las que el S&P 500 es considerado uno de los <strong>índices más relevantes del mundo</strong>:
El índice permite evaluar de forma rápida cómo le está yendo a la economía estadounidense y, por extensión, a muchas otras economías globales.
Muchos fondos de inversión, ETFs y productos financieros utilizan al S&P 500 como punto de comparación (benchmark) para medir su rendimiento.
Gracias a su diversificación y estabilidad, es uno de los índices más elegidos por quienes practican la inversión pasiva, es decir, invertir a largo plazo sin estar comprando y vendiendo constantemente.
Históricamente, el S&P 500 ha ofrecido una rentabilidad media anual de entre el 7% y el 10% (ajustada a la inflación), lo que lo convierte en una de las herramientas más sólidas para la creación de riqueza a largo plazo. Sin embargo, rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros.
Sí, ¡y es más fácil de lo que parece! Aunque no podés “comprar el índice” directamente, existen diferentes formas de invertir en él:
El ETF más conocido es el SPY (SPDR S&P 500 ETF). Al comprarlo, estás invirtiendo automáticamente en las 500 empresas del índice.
Otros ETFs similares son:
Son fondos de inversión que replican el comportamiento del S&P 500. Ideales para inversión a largo plazo y con comisiones bajas.
En países como Estados Unidos, muchos planes 401(k) y cuentas de pensiones incluyen fondos basados en el S&P 500.
Invertir en el S&P 500 suele ser una estrategia sólida para quienes:
Eso sí, como toda inversión en bolsa, tiene riesgos. El valor puede bajar en el corto plazo y no se recomienda invertir dinero que podrías necesitar en el futuro cercano.
El S&P 500 es mucho más que un número en las noticias financieras. Es un reflejo de la economía estadounidense, una herramienta útil para inversionistas, y una excelente opción para quienes quieren invertir con bajo riesgo y buena diversificación.
Si estás dando tus primeros pasos en el mundo financiero o si ya tenés experiencia, entender cómo funciona el S&P 500 te ayudará a tomar mejores decisiones y planificar tu crecimiento económico a futuro.
En Openbiz te ayudamos a crear tu empresa en EE.UU., acceder a soluciones bancarias e incluso empezar a invertir con una estructura sólida.